Denominados Plyushki, los bollos de canela y azúcar son deliciosos y muy hermosos así que te van a encantar con tenerlos solamente en la mesa, puedes acompañarlas con canela o simplemente azúcar, verás que se convertirán en tu receta favorita una vez le agarres el toque de preparación.
Su nombre hace alusión a “masa aplastada” aunque también puede atribuirse a la felicidad, serenidad.
Ingredientes:
- 335 gramos de harina de fuerza
- 180 gramos de agua templada
- 8 gramos de levadura fresca
- 25 gramos de azúcar
- 5 gramos de sal
- 20 gramos de mantequilla o aceite
- 1 huevo para pintar las Plyushki
- Azúcar, canela y aceite o mantequilla, esto corresponde al formado
Preparación:
- En un vaso coloca levadura desmenuzada, puede ser de la fresca (8 gramos o 2,8 de la seca).
- Añádele 10 gramos de azúcar junto con 180 gramos de agua con una temperatura entre 35 y 40 grados. Remueve y deja la solución en reposo por unos diez minutos para que se active la levadura.
- Sabrás que está activada cuando al removerla salen burbujas.
- En un recipiente grande, vierte la harina, añade la sal y la azúcar restante, remuévelo con una cucharilla.
- Añade la solución de la levadura y remueve hasta que todos los ingredientes se mezclen entre sí.
- Ahora agarra la masa con la mano e intenta hacer una bola grande.
- Tapa el recipiente y deja la masa en reposo unos veinte minutos para que se humedezcan las partículas de harina.
- Vuelca la masa sobre una mesa limpia y seca. Amasa hasta que se vuelva uniforme.
- Pasado cinco minutos, añade la mitad de la mantequilla, yo la he usado clarificada.
- Integra la mantequilla a la masa.
- Añade la mantequilla restante y realiza el mismo proceso para integrarla.
- Amasa por cinco minutos más.
- Al final de amasar, la masa quedará muy agradable al tacto, nada pegajosa.
- Unta el recipiente con un chorrito de aceite, pon dentro la masa, tápala y deja que suba triplicando su tamaño. En cincuenta minutos más o menos subirá, espíchala y déjala subir.
- Pon la masa sobre la mesa y amásala un minuto.
- Pésala y divídela en cinco trozos del mismo peso.
- Haz bolitas y déjalas reposar diez minutos.
- Prepara la mezcla de azúcar y canela (4 de azúcar y una de canela), aunque esa cantidad va al gusto.
- Forra la bandeja con papel para hornear, estira las bolitas en forma de óvalo con un largo de 18 centímetros.
- Pinta los óvalos con aceite.
- Espolvorea con azúcar y canela, pasa el rodillo por encima para adherir la azúcar a la masa.
- Enróllalo longitudinalmente.
- Una vez los rollos hechos, agarra uno y júntalo por la mitad, une sus extremos y con un cuchillo córtalo longitudinalmente en dos, dejando un centímetro en el extremo sin cortar.
- Coloca los rollos en la bandeja abriéndolos en forma de corazón.
- Tápalos con papel transparente y déjalos que dupliquen su tamaño.
- Enciende con antelación (veinte minutos) el horno a una temperatura de 210 grados con calor de arriba y abajo.
- Diez minutos antes de meterlos, abre un huevo y bátelo con una cucharada de agua, una las torrejas con esta mezcla.
- Espolvoréalos con azúcar, hornéalos unos quince minutos o hasta que queden a tu gusto.
- Sácalas del horno y enfríalas encima de una rejilla, una vez frías quita los bordes de azúcar derretida.
Quedarán muy esponjosas, ponlas en un plato y disfruta esta delicia, acompáñalas con una buena bebida y grandes amigos.